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LOS COLABORADORES OPINAN

"Un partido ganado a la heroíca y sufriendo porque ante el Madrid siempre hay que sufrir"

Josep Lizondo, José María Peris, Jesús Bernal, Alberto Santamaría, Vicent Molins, Vicente Bau y Josep Bosch muestran su visión sobre el partido del Valencia CF ante el Real Madrid

23/02/2017 - 

VALENCIA. El Valencia CF se impuso por 2-1 ante el Real Madrid en un triunfo muy trabajado por los hombres de Voro que se alejan hasta diez puntos de la zona de descenso.

Los colaboradores de Plaza Deportiva analizan el Valencia CF 2–1 Real Madrid:

LIZONDO

El Valencia solo hizo una cosa: Entregarle el balón a un equipo que no sabe qué hacer con él y defender a lo loco la única jugada para la que el Madrid de Zidane nació, centros laterales. Normal que Mangala y Garay se salieran. Pocas cosas más cómodas hay para un defensor que recibir de frente y en estático un balón lateral. El peligro llegó en estampida, con el equipo movido, que fue el 2-1 y alguna más. Aquí se puede soltar la sobrada esa tan típica del baño táctico de Voro. Pero hay más cosas. También vimos cantando por soleares todas las limitaciones y carencias del Valencia. Las que le hacen estar donde está. Y vimos algo más, tal vez más grave, lo bien que las suplió con un poquito de actitud, otro de compenetración, y algo más de saber estar. Ingredientes que de ser habituales no estaría este equipo donde el Leganés. Cerrando ya, cambiando de tema, el asunto ambiental-emocional me resulta incluso más importante. Todos, jugadores y aficionados, necesitabamos como el comer una noche como esta. Una noche de evocar tiempos pasados, de tensión, de comunión, de alegría, de disfrutar hasta de los detalles. De una jodida noche de buen fútbol.

PERIS

Y Mestalla latió. Como antes. Estirando los gemelos de Parejo, apretando los dientes ante la rotura de Nani y dejándose la garganta con los goles de Zaza y Orellana, buenos jugadores que mejoran el grupo. Una ecuación normal. Y esa calidez es la que hay que transmitir siempre. Del pasto a la grada y viceversa. Conversos del pesimismo, recordando viejos M'bias fantasmagóricos, que no se llegaron a consumar. 

Victoria anímica para una afición instalada en la medianía. Para aquel jodido en su casa, en el paro o en el luto. Porque en estos partidos, el fútbol vuelve a ser la cosa más importante de las menos importantes. Y la mayoría de valencianistas podrían levantarse mañana con cara de viernes, aunque fuese, que no lo es, un lunes de invierno. 

Señor Lim, esto es Mestalla. Con buenos mimbres, gran cesto.

BERNAL

Un ramalazo de orgullo y un paso firme para el futuro. Ha vuelto ese espíritu. Un partido ganado a la heroíca y sufriendo porque ante el Madrid siempre hay que sufrir.  Ayer el Valencia fue un equipo de futbol. Hay que valorar el enorme esfuerzo de ayer y el equipo supo hacer muy bien lo que tenían que hacer. Una primera parte magnífica, donde en 8 minutos fantásticos, intensos e inteligentes,  bastaron para sacar ventaja en el marcador. Una fórmula válida la del contragolpe. Los centrales estuvieron inmensos con un Garay por fin, imperial, y un mediocentro defensivo como Dios manda como Enzo Pérez. Y los refuerzos invernales volvieron a decidir. Pedíamos paciencia para Zaza porque es un excelente 9. Su gol enganchando la media vuelta soñada, al palo contrario y con potencia, es una obra de arte. Para enmarcar. Una maniobra genial. Una victoria que permite mantener una cierta confianza. Para el sufrido  aficionado valencianista hay pocas alegrías más grandes que ganarle al Real Madrid. Triunfo de moral y de convencimiento que jugando así, el Valencia tiene que mirar para arriba.

SANTAMARÍA

El día que el Valencia volvió a ser el Valencia. Así podrá ser recordado el partido que supuso la mayor alegría para la parroquia blanquinegra en el último año y medio. La grada llena, Mestalla convirtiéndose en el jugador número 12 y, por fin todos, equipo y afición unidos como antaño: a una sola voz. El alma de un conjunto que ayer derrotó al Real Madrid con justicia. A pesar del árbitro, a pesar de las lesiones. Zaza demostró que es el 9, Orellana el mediapunta que cambia partidos y el equipo, un equipo en mayúsculas. Con Enzo Pérez imperial, escoltado por dos muros inquebrantables como Garay y Mangala. La tarde-noche soñada. El día que merecía el valencianismo.

MOLINS

Más allá del ruido, de la lectura desde la visión madridcéntrica que supone exagerar esto a la categoría de epopeya, haber ganado al Madrid es todo un manual de instrucciones de aquello a lo que el Valencia debe aspirar con regularidad: la valentía, el esfuerzo inconmensurable, el sacrificio colectivo... y el talento, el que representan Orellana y Zaza (curioso: tener buenos jugadores aumenta las posibilidades de victoria). Viniéndonos arriba esto podría ser el principio para un grupo que cree, convencido por su entrenador, autoestima en vena. Que sea eso y no un ejercicio de cara al escaparate, para la promoción individual, un acto trampolín. Afortunadamente Voro es garantía letal frente al egoísmo. Por cierto, para todos aquellos que llevan poco tiempo visitando Mestalla: este partido no equivale a nada ni justifica ninguna cosa, es solo lo normal.

VICENTE BAU

El fútbol es increíble. Esconde magia en su interior y ayer le dio por mostrarla a lo bestia en el viejo coliseo de Mestalla. Un Valencia atrevido, valiente, acertado y apretado por el Madrid logró llevarse los tres puntos y decir casi de forma absoluta que eso del descenso es algo que no existe para este equipo. Y sí, Voro lo ha logrado. Ha conseguido que un grupo de jugadores que parecían una banda disfruten jugando a fútbol y ganando los partidos. Y ojo, quizá lo más importante de Voro radique en como ha logrado en muy poco tiempo ganarse la confianza y el respeto de todo el mundo... incluida la grada de Mestalla, que ayer se lo pasó en grande viendo como su 'remozado' equipo era capaz de llevarse los tres puntos contra el líder de la Liga. El Valencia ya es otra cosa... y yo tengo claro que me quedaba con Voro como entrenador para la próxima temporada. Todo lo que hace tiene sentido común. Un grande.

JOSEP BOSCH

Gràcies al "Mundialito" de clubs i a l'ajornament en el seu moment del partit contra el Madrid el valencianisme va gaudir ahir d'una nit màgica. El València està en el seu millor moment de forma de tota la temporada i l'equip comandat per Voro i el seu cos técnic a dia de hui és això: Un equip.

Màxima efectivitat, dos tirs a porta i dos gols als huit minuts de joc. Dos contres i dos xixarros dels dos reforços del mercar d'hivern. Una primera part com feia temps no es vivia a Mestalla, intensitat, pressió, tensió, ajudes... uns 43 minuts vibrants jugats contra un rival que pot podia fer res per contrarestar als valencianistes. La lessió de Nani ha trastocat els plans inicials. 

El minuts finals del primer temps han sigut dels que fiquen la por al cos: gol del Madrid al minut 43 i un rebot que s'ha enverinat quasi li donen l'empat al Madrid.

La segona part s'ha iniciat amb un domini total de baló per part del Madrid, la pilota no li durava gens als de Mestalla. Els madrilenys han tret tota la seua artilleria i ho han intentat de totes les formes possibles: bombejant balons des de les bandes, de faltes directes, des de dins i fora de l'àrea...sols ha faltat  el penal de torn que sempre li solen xiular.

Afortunadament  els de Voro han aguantat el resultat i han tingut ocassions per ampliar el seu avantatge. 
Mestalla ha viscut una nit de les que es recorden durant temps. Ara sols falta ratificar la milloria a Vitoria i allunyar-se definitivament dels llocs de descens.

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