VALÈNCIA. El técnico del Valencia, Javi Gracia, conduce con aparente normalidad la sesión de trabajo en la Ciudad deportiva de Paterna tras el insuficiente empate a uno del lunes noche en Mestalla ante el Cádiz.
Antes del inicio de la sesión se ha producido una circunstancia llamativa. Gracia se ha reunido con todos los jugadores de la plantilla, lesionados incluidos, cuando, normalmente, en una charla normal, participan los que están disponibles para el siguiente partido. La rumorología apunta a que el técnico, sabedor de que su salida está próxima, estaría despidiéndose de sus jugadores.
El presidente, Anil Murthy, se encuentra en las oficinas del club y no se ha desplazado a las instalaciones de Paterna. El presidente espera a que el propietario Peter Lim decida qué hacer con el entrenador, mientras ya se ha activado la búsqueda de recambios por si Gracia es destituido.
En las últimas semanas un número importante de agentes han contactado con la entidad para ofrecer entrenadores.
La salida de Gracia conlleva un problema económico. El club estaría obligado a indemnizar al entrenador con la misma cantidad que le pidió en octubre cuando fue el técnico el que amagó con dimitir, tres millones de euros. Pagar esa cantidad, aunque sea a plazos, comprometería la tesorería de la entidad que tiene que afrontar el primer pago de las fichas de los futbolistas, que vence este mes, y había filtrado que se iba a reforzar en este mercado.
