No han entendido nada

VALENCIA. Son unos días complicados para la prensa, con un cocktail mortal de factores en contra: la situación penosa del club, el hastío arrastrado y el barbecho en el que entra el VCF, como si la Liga, consciente y conchabada, le hubiera dado un respiro a la espiral mortal. En un contexto así lo que más sobran son opiniones, pues repetimos hasta la saciedad valoraciones desde un prisma similar, unánimes como nunca todas las columnas, dispuestas a acribillar a todo aquello que se mueva… excepto a Prandelli, hábil estratega.

Se supone, por tanto, que lo que importa es la Operación Fuori (la Liga debería premiarnos también por la capacidad para catalogar los momentos) y los brotes verdes, la esperanza de un leve maquillaje que reforme este cristo que nos hemos hecho pasada casi media temporada. 

Tengo un grave problema ante un escenario así. No me creo nada. No hay ni un leve apunte intentando disimular. La carga obscena en las declaraciones se mantiene. Escuché a Layhoon como quien lee a Paulo Coelho. Un mundo paralelo lleno de unicornios. Poco atisbo de un propietario reconociendo sus errores y preparando una nueva vía. ¿La rueda de prensa iba a en serio? Me temo que pese a la debacle no han entendido nada.

Si hubieran entendido lo que ocurre Lim estaría atrincherado en el Westin, sin salir hasta que no haya dejado resuelto un nuevo plan para un club de fútbol de aspiraciones medias con la voluntad de no consolidarse como estúpido pupas follonero del fútbol ibérico. Correcto, tener a Lim en Valencia o no tenerlo no cambia el color de sus decisiones, pero refleja letalmente su predisposición. No es un problema cultural, Layhoon, es una actitud. 

Si hubieran entendido vería un nuevo consejo de administración con tipos con una mínima capacidad decisoria o de influencia, conocedores de cómo funciona el negociado, de qué hacer para sobrevivir en el ecosistema del fútbol. Y no floreros con grandes currículos que no tienen tacto real con el VCF.

Si hubieran entendido lo que está pasando asistiríamos a un nuevo escenario en el que el propietario pretende dotar al club de una seriedad estructural, con un director deportivo que tiene el plan de club a cinco años vista en su cabola, y no un organigrama dependiente de las corazonadas y los enamoramientos furtivos del señor amo. Algo más que un ’Prandelli está de moda, ahora ficha él’. La política de Lim a golpe de trending topic.

Si hubieran entendido veríamos autocrítica y un deseo de transformar, de cambiar verdaderamente y comenzar a dotar de seriedad los cimientos de la marca, y no sólo palabrería hueca, chusca, un ejercicio de ganar tiempo, pero sin apenas querer cambiar nada, sólo parches, en el que toda la culpa es los futbolistas. 

Si hubieran entendido apenas algo el primer integrante de la Operación Fuori sería el modelo cacique con el que Lim gobierna el club. Nada de eso veo, por eso nada me creo. La rueda de prensa de Layhoon siguió infantilizando la realidad del club. La culpa es los futbolistas y de los periodistas y únicamente de ellos.