VALÈNCIA. El Levante sigue desprovechando oportunidades a ritmo de vértigo. Ante el Amorebieta, en Santander y ahora frente al Cartagena. No solo por eso, sino también por una pobre puesta en escena, el equipo de Felipe Miñambres se ha empeñado este mes en demostrar que no está para milagros. Que no merece el ansiado ascenso ni meter la cabeza en el 'playoff'. Justo cuando, de ganar, hubiese podido dormir en puntos de promoción, el equipo saltó al campo como si no fuese su guerra. Sin la garra, el coraje y la intensidad desmedida que requería la cita. Si algo había que echarle en cara al equipo este domingo era pasarse de frenada. Ser un manojo de nervios. En ningún caso convertirse en una balsa contemplativa.
Así empezó... y terminó sacando colmillo. Con mucho más corazón que cabeza, con mucho más ímpetu que piernas. Ya era tarde. Ni el abono de la épica salvó esta vez al equipo. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Levante - Cartagena:
Andrés Fernández (6): Lo que pudo. Voló para detener una ocasión clara de Andy justo antes de que Ortuño vacunara. Vendidísimo. Al final, gigante en un mano a mano con Alarcón.
Andrés García (5): Se le pide más. En ataque y en defensa. No fue el puñal que debe, ni tampoco estuvo lo intenso que toca en tareas defensivas. Felipe le necesita para hacer largo el carril diestro, pero estuvo lejos de ser letal. Muy sostenido.
Dela (5): Raspado. El de El Escorial no estuvo a su nivel. Ortuño le complicó demasiado y, de hecho, el delantero yeclano le ganó la espalda para anotar el 0-1.
Maras (6): Bien. El serbio regresó a la titularidad a buen nivel. Mantuvo el orden y fue contundente cuando salió de posición, precisamente donde falló en su última aparición -frente al Amorebieta-.
Álex Muñoz (5): Correcto. Partido plano del lateral. Contundente en defensa, como casi siempre, y muy sostenido en sus percusiones en campo contrario. Es difícil de superar, pero generó demasiado poco.
Kocho (5): Mucho trabajo, poca brillantez. El georgiano es puro nervio y un seguro de trabajo en la medular, pero con balón estuvo excesivamente fallón. Al menos, cuando quiso romper líneas e ir hacia delante.
Pablo Martínez (5): Impreciso. Cayó a banda durante gran parte del partido para generar superioridad en el costado izquierdo, desde donde partía intermitentemente Fabrício. En las alas se diluye la incidencia de Pablo, así que no tardó demasiado en 'centrarse'. En su ubicación, tiró de ímpetu, de garra, cogió el timón... pero continúa impreciso.
Lozano (4): A la sombra. Destellos y poco más del valenciano, que se ofrece, que cae al costado, que intenta jugar entre líneas... pero que se encontró incómodo y menos productivo que otras tardes. Demasiada sombra para un futbolista que, cuando tiene el día, es una de las luces más brillantes.
Carlos Álvarez (6): Pasan (algunas) cosas. Clarividente y por mucho tiempo el único que aportó algo de criterio a la creación. La medular volvió a perderse y, si se encontró en algún momento, fue por el sevillano. Eso sí, se hinchó de balón en ocasiones y pérdidas suyas generaron peligro del Efesé.
Brugui (5,5): Incómodo. El de Bàscara arrancó pesado, sin encontrar su espacio ante la atenta vigilancia de Olivas. El espesor del equipo en la creación fue apagándole... hasta que no hubo luz. Aún así, siempre resurge. Y tuvo alguna ocasión, tímida, al final del partido. Es soldado total de Felipe.
Fabrício (4): Muy mal. Otro partido más poseído por la ansiedad. Fue titular, pero volvió a correr con la persiana echada. Felipe estuvo encima de él para todo, incluso para solventar un ligero problema con los tacos de las botas al inicio. No dio una y el técnico lo tuvo claro: fuera al descanso.
Dani Gómez (6): Actividad. El madrileño continúa en su eterna lucha con la regularidad en su cita con el gol. Las tiene, pero no las enchufa. Sea como fuere, se notó la diferencia con Fabrício. Aportó mucho más y aglutinó gran parte de las opciones de remontada.
Bouldini (5): Gozo en un pozo. El marroquí volvió a anotar casi cuatro meses después... pero fue invalidado por la mano de Álex Muñoz en el primer remate del córner que permitió al Levante festejar en el último suspiro. Es cierto que Bouldini solo tuvo que empujar a placer, pero era un tanto que podría devolverle la confianza.
Rober Ibáñez (5): Poco. Fue uno de los movimientos de Miñambres para destacascar al equipo en ataque. Abrió los costados con Rober y Brugui, pero no surtió efecto.
Cantero (-)
